Si la piscina no se va a utilizar a diario, puede que el mejor sistema de aclimatación sea el calentador eléctrico.
Se trata de la máquina más empleada para calentar el agua de la piscina en segundas residencias.
Tiene la ventaja de aumentar rápidamente la temperatura, pero la desventaja de tener un consumo muy elevado en comparación a otras alternativas.
No obstante, se trata del equipo ideal en una segunda residencia, donde el poco tiempo que pasamos en ella hace necesario contar con un sistema eficaz, con un buen rendimiento en días puntuales.
Si la casa cuenta con una caldera eficiente, puede usarse un intercambiador para calentar el agua de la piscina. Según el rendimiento de la caldera, el aumento de la temperatura podría conseguirse en uno o dos días.